RÉQUIEM POR UN BASTARDO

Con este poema participé en: Confesiones de un Bastardo.

Dejo las invocaciones
para las brujas y los poetas.

Esto que voy a contar,

no son ficciones,
son las confesiones,
de una mujer malherida
por un bastardo que con ella
quiso acabar.

No invocaré la muerte

solo contaré su penar.

Arrodillada como para rezar,

esperaba los golpes que
sabía le iba a dar,
al primer puñetazo
ni pudo llorar.

Pensó: no todas

las vidas que dañan
pagan su mal,
y este bastardo no lo pagará.

Dos días después lo apuñalará,

muerte le ha dado,
en el infierno arderá.

¡Cómo habla la gente

deseándole todo mal!

¡A ella…Que en su vida

tiene tanto penar!
En este mundo malhadado
que fácil desean tu mal.

Ya la llevan presa,

su hermosura convertida
en blanca carne envejecida,
de tanto a solas llorar.

Pero la sangre de él

todo limpio lo ha dejado,
ya no la puede amenazar.

Libre de mordazas está,

ya no quiere correr
por esos caminos,
ahora solo quiere descansar.

Y de pronto a los dioses

invocará para que la lleven
hasta la mar y así sus culpas
lavar.

Que por no querer, ni la sangre

de él la quiere llevar.

mujer1_davidwalker

 «Nos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía». Marcela Lagarde

 

14 comentarios en “RÉQUIEM POR UN BASTARDO

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