EN MÍ CAMA ATERIDA

Comienzo a perder el control
caminando con mi corazón
por este pasillo estrecho
que cada día me hace sentir más atrapada.

Viene a mí, viene
salvaje y enérgica la soledad
el dolor sangriento de tanta perdida;
máscaras de angustia tapan las bocas,
ya no queda ni tierra donde enterrar
los sentimientos.

Mi cuerpo está suplicando un abrazo;
fiebre entre la sombra inunda mis muslos
tiemblo versos de angustia,
en la cama aterida de frío,
el hielo de los muertos me quema.

Miro a través de la ventana
calles desiertas, de los sueños,
apenas queda una pequeña flor
en los maceteros, la primavera pasó
de largo.

Siento saudade de una sonrisa,
saudade de felicidad compartida,
saudade de hospitales vacíos,
siento saudade por mi vida anterior;
de niños riéndose sin temor,
saudade de reír a carcajadas,
de abrazar, tocar, besar sin miedo.

Mi vida es una rama desnuda,
cayeron las hojas antes de tiempo,
la brisa traerá un futuro que no imagino,
por ahora siguen cayendo las hojas…

Mathilde-and-the-other-girls-by-Ewa-Michalik-3
Fotografía de Magdalena Franczuk

 

Para todos los que estamos confinados, pasando los días lo mejor que podemos. 
Por todos los que se están sacrificando por nosotros. 

17 comentarios en “EN MÍ CAMA ATERIDA

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