Bendito tu cuerpo
que me hace sentir
un volcán candente.
La lava va descendiendo
entre mis muslos,
tus dedos hacen
arabescos en mis piernas.
Bajo las capas del cielo
capas de pasión y suspiros,
mi luna que derramas
tu luz sobre nuestra piel
morena, nos bebes
el placer de esta noche
intensa.
Tú piel me sabe a sal
a olas embravecidas,
a menta, a la brea del barco.
Hay un hechizo perverso
en tu boca que me deja
con hambre.
El jadeo del chocolate
en mi piel, que tú comes
con fruición me va saciando.
Exploramos de nuevo
nuestros sexos con aromas
a fresa, y quiero morir
bajo tu cuerpo,
que nada exista más allá
del último trueno que deja
caer el líquido del oloroso
jazmín, con las miradas
aún turbias.
Sucumbimos así al más
maravilloso de los actos
el de pertenecernos, el de
la unión más profunda
entre gemidos en la
noche se oye un te quiero.
Nuestras manos se entrelazan
oímos a los insomnes,
a los lejos un blues
tú y yo como cuerpos celestes,
abrazamos la noche.
María.
Estos versos eróticos tiene la particularidad que de ipso facto te montan la película en tu cabeza.
Hermoso poema. Un saludo y felicidades.
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¡Muchas gracias, Eulen!
Un saludo. María.
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Amores de chocolate y fresa y la belleza de un abrazo en un poema. Un besazo.
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Gracias por estar.
Besos primor.
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Siempre a tu lado amor. Un beso.
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bello texto!!
:))
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¡Gracias, L!
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¡Hermosas fotos dibujadas, Maria! ¡El erotismo es algo hermoso! 😉 Michael
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Te dejé un comentario en tu cuenta de Pinterest….No ví ninguna forma de contactar contigo en tu blog.
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Muy buena poesía!
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¡Muchas gracias, Daniel!
Saludos. María.
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Erotismo elegante, Bravo!!
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¡Muchas gracias! Besos.
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Hola…..Buen blog
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¡Gracias!
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