A veces conoces a alguien
y pierdes tus miedos,
eso me pasó contigo,
vi tus ojos más bellos
que el hermoso azul del mar
y solo quise nadar en ellos.
Aquella noche te besé
tus manos acariciaron
mis pechos, las mías
acariciaron los tuyos,
y quise amarte para siempre.
Quise llenarte de poesía,
ser la fuente de donde manan
tus palabras.
Mis manos son la pluma,
tu piel mi libreta,
la más bonita del mundo.
Paseo mis dedos
sobre tu vientre y noto
como se eriza tu piel,
quieres tocarme, me río,
y no te dejo, quiero
pasearme por todas tus curvas,
ver cada recodo de tu cuerpo.
Te siento vida, te siento,
te miro con la necesidad
de un náufrago a su salvador,
porque tú me has salvado,
me has quitado el temor,
y quiero pasear tomadas de la mano,
quiero meterme debajo
de las sábanas y sentir el
aroma de tu sexo,
que me huele a naranja,
a agua fresca de La Alhambra.
María.
¡Hermosa, Maria!
Leeré en voz alta a mis seres queridos si alguna vez los encuentro. 🙂 Michael
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¡Gracias Michael! Eres un cielo ¿Has perdido a tus seres queridos? Besos. María.
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¿Tu eres consciente del calor que hace? Con la rachas que llevas estás contribuyendo al calentamiento global. Cuidadín 🙂
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Jajajaja, mañana poesía japonesa.
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Mejor que luego pasa lo que pasa.
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Estos versos llenos de amor calan hasta el alma.
Mucha belleza en tus palabras.
Un abrazo⚘
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¡Muchas gracias!
Abrazos.
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Muy bonito y lleno de amor. Un abrazo
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¡Muchas gracias!
Abrazos.
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