Bajó de la nave, iba con la cara descubierta, ya habían medido el nivel de oxígeno antes de bajar, miró impenetrable el valle desierto, tan seco que había grietas en el suelo.
Bajó otro compañero y decidieron explorar los alrededores, todo era desolación, soledad y muerte.
La mujer en un susurro dijo:
—Este planeta está destrozado mira alrededor el presidente tenía razón.
—Vamos a darle otra oportunidad Dana, busquemos una ciudad, quizás haya alguien con quién podamos hablar.
Dana asintió y volvieron a la nave, volaron durante dos días, cuando estaban a punto de rendirse vieron una urbe y movimiento en ella.
Decidieron descansar esa noche en la nave y dirigirse al día siguiente hacía allí.
Les preocupaba el hecho de no ser aceptados, los habían visto en la pantalla del ordenador y eran seres feos y deformes, ellos eran una raza superior se dijo Dana, miró sus perfecta imagen en un espejo, su cara era bellísima, con esa belleza que deja eclipsado al mismo sol, él era un hombre que al igual que ella tenía una hermosura inconmensurable.
Se levantaron temprano y decidieron acercarse andando.
Cruzaron un parque en el que un macizo de azucenas estallaba en grandes ramos de flores y sonrieron, sí que había vida, el presidente estaba equivocado.
Por fin se iban a encontrar cara a cara con aquellos seres, unos críos feos, llenos de fluidos asquerosos, gritaron con una voz chillona, ¡Ni en el planeta de los monos chillaban tanto! Salieron lo que debían ser los adultos y también gritaron, —¿Qué les pasaba? Se preguntó Dana, ellos eran normales, ¿por qué los miraban asombrados?
Un ser que ellos creyeron identificar como un hombre se acercó sudoroso y con algo que parecía un arma disparó sin más, Dana sintió un ligero golpe, lo miró enfadada y sacó de su bolsillo un arma pequeña y disparó a aquel ser, sabía que estaba muerto, no hacía falta comprobarlo.
Dana miró al compañero y se dieron la vuelta. —Estos humanos no cambiarán nunca, se matan entre ellos, destruyen su propio planeta, son crueles, es mejor hacer caso del presidente dijo el compañero, se les ha dado mucha oportunidades.
Aquí no hay nada ni nadie que merezca ser salvado. Sus trajes brillaron como diamantes al sol.
Muy bueno! Y si no había nadie que mereciera ser salvado… mejor irse. Un beso fuerte.
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Gracias querida Julie.
Besazos de luz.
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Este relato me recordó crónicas marcianas de Ray Bradbury, los humanos llegando a Marte para conquistarlo y los dueños de casa simplemente desaparecieron y ahí quedaron reinando, al cabo de un tiempo habían destruido todo, volvieron a la Tierra y nuevamente aparecieron los marcianos para volver a su vida normal. Somos nosotros que no entendemos cómo es vivir.
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Gracias por leerme!
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Cuesta pasar por cada uno de mis grandes amigos de WordPress y leer. Gracias a ti por siempre estar.
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¡Muy buen relato, María! Lo que en él sucede ojalá siempre sea sólo ficción, aunque nos describen con bastante realidad y no les quedó más opción que abandonar el lugar.
¡Un fuerte abrazo!
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¡Muchas gracias Sari!
Un abrazo de luz.
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Reblogueó esto en Die Erste Eslarner Zeitung – Aus und über Eslarn, sowie die bayerisch-tschechische Region!.
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Buen relato, María. Con moraleja indudable al final. Si es que los humanos no aprendemos, nos va la «autodestrucción»
Un beso de luz
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Gracias Lídia, eres un cielo.
Besos de luz.
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Triste realidad abrazo y rosas.
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Muchas gracias Rubén!
Abrazos.
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Que esto solo sea ficción pues a nadie le gusta que lleguen a su casa y se queden con ella besos linda 😘
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Besos Gloria!
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Igual linda 🌺🌺
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Excelente ficción. Sabor a ‘Crónicas Marcianas’. Descripción impactante. Saludos.
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¡Muchas gracias!
Saludos.
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Me gusto mucho!!😊
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¡Muchas gracias!
Beso.
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¡Gracias a ti! 😘
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Muy buen relato. A veces yo también pienso que no somos dignos de ser personas… sobre todo ante las grandes injusticias y los abusos de poder.
Un beso, María.
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Gracias querida Estrella.
Besos para ti.
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Formidable relato, María .. y los humanos seguimos sin aprender!
Un beso
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Muchas gracias primor!
Besos.
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💜
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Otro aspecto a mejorar entre los humanos es aprender que se debe respetar al que parece diferente. De la inquisición al disparo no hay más que un paso. Y ese ya lo ha dado Tramp.trump.tromp. Un besazo.
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Tienes razón.
Besazos para ti.
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Muy bonita la entrada y refleja una cruel realidad, todo lo que el ser humano toca… lo destruye. Esperemos que las generaciones venideras sean más respetuosas y benevolentes con sus semejantes y tambien con la naturaleza. Un cordial saludo dominguero
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¡Muchas gracias primor!
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