En aquella noche oscura,
la luna se escondió del dolor,
mis piernas temblaron,
como hojas en otoño.
En la oscuridad callada
hay silencios que gritan,
mi corazón que late
al ritmo de tu respiración,
esa que ya no está.
Desde la puerta recuerdo tus ojos
llenos de pena mirándome,
mis manos lloran poemas,
sobre tus blancos muslos,
aún los siento, los huelo,
aroma de azahar y deseo.
Y sé, que ya no habrá
palabras de amor,
que te fuiste para siempre,
se diluye la vida en mi interior.
Llevo el corazón colgado
como una mochila sangrante,
sé que debo quitarme los recuerdos,
arrancarlos a jirones,
pero aún no… aún los dejaré
un tiempo en el silencio,
de mi dormitorio vacío.
Un buen poema del desamor… Mi abrazo.
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Gracias Julie.
Abrazos de luz.
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El olvido es un proceso eterno.
Doloroso y bello.
Besote.
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Cierto mi querida Paula.
Besazos.
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¡Cuánto desconsuelo despide el poema, María! ¡Bello!
¡Un abrazo!
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¡Muchas gracias!
Un abrazo de luz.
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María, un haibun ¿lleva título? Publicaré uno acompañado de un hokku. Por favor, eres una experta y dime si reúne las condiciones para serlo, tanto la prosa como el hokku.
¡Gracias!
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No, el haibun no lleva título. Voy a mirarlo.
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El duelo es un tiempo oscuro. Un camino incierto y largo. Que, como los recuerdos, los amigos deseamos compartir contigo. Un cálido abrazo.
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Muchas gracias Carlos.
Besos para ti.
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¡Vaya tela! Sin palabras. “En la oscuridad callada hay silencios que gritan”. ¡Tremendo! Hay tanto en tan pocas palabras que se me eriza la piel. Una maravilla.
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¡Muchas gracias!
Besos.
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“Silencios que gritan”. Siempre que se contrapone al silencio algo sonoro, surge una figura que me encanta 🙂
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