Soy memoria
de mi pasado
de mi historia y mis años.
Y al correr del tiempo
en la parada del metro,
te recuerdo con el periódico
y un café bien fuerte.
Tus ojos se posaron en mí
no sé aún porque te sonreí,
no eras mi tipo, ni siquiera
el polvo de una noche.
Me enamoré, como
la primavera de las flores,
y nos tuvimos, fuimos
dos almas unidas.
Un día todo se rompió
como rompen las olas
en la playa sin remedio,
y te volviste remembranza.
Mi alma se desnuda
en estos versos,
me quedo así, sin nada
que tape mis sentimientos.
La gente en la parada está
impaciente, me devuelven
a un presente, en el que solo
espero el metro, con un
libro en la mano y muchos
deseos en la otra.
Pintura de: Nigel Van Wieck
Un hermoso poema de nostalgia… Feliz día con lluvia de recuerdos. Mi abrazo fuerte.
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¡Muchas gracias primor!
Feliz jueves para ti.
Un abrazo de luz.
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Precioso y nostálgico poema. Besos, María
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¡Muchas gracias Mayte!
Besos de luz.
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Un encuentro fortuito, origen de un amor casual que se prolonga con ansias de eternidad, hasta que se marcha en otra dirección. La indeseada soledad ocupaba hoy mis pensamientos. Y tú la retratas en un excelente poema. Gracias. Un beso.
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Gracias a ti siempre por estar.
Un beso.
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«Mi alma se desnuda
en estos versos,
me quedo así, sin nada
que tape mis sentimientos.»
¡Qué preciosa metáfora! Los sentimientos se desatan cuando no hay quien los envuelva…
Hermoso.
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¡Muchas gracias primor!
Besos.
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Paula me ha quitado las palabras de la boca. Esa estrofa es muy hermosa 😉
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Gracias primor!
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Me encantó leerte… gracias por compartir.
Abrazo enorme, amiga 🙂
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Muchas gracias a ti por leerme.
Besos de luz, mi querida amiga
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