LA GUERRERA
En la sombra suspiraba la mujer,
escudriño la noche, aguzó el oído,
todo permanecía sereno, más tranquila
la guerrera siguió andando, buscando
la oscuridad de la noche.
Lleva a fuego marcadas todas las batallas,
la sangre derramada defendiendo
a los suyos.
Mujer de luna, de armadura dorada,
había sido capaz de vengar la caída de
Fezzan su pueblo.
Jamás volvería a ocurrir, ella era: ¡La Guerrera!
Que bien María como concuerda con la belicosa temática. Un beso.
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Pero no cabe duda que el Milord es menos romántico que un aparador de Ikea. ahora que no me lee. Un beso.
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Jajajajajajaja, Carlos eres la leche.
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Que sepas que te he leído. Vuelvo a decir lo de los guantes para batirnos 😀
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Jajajajajaja, yo de juez, ea
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Sólo dispongo de un guante azul para horno y una manopla verde para el mismo fin. Ambos de silicona y en estado aceptable. ¿Servirán para ese duelo? Un beso.
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Jajajajaja, nop, guante blanco de esos de antaño.
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Qué fuerza desprende este poema con la descripción de esa guerrera!! Un abrazo de luz, María! 😘 🌟
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¡Gracias primor! Me subes el ánimo. Un beso enorme de luz.
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La Sangre Derramada. Es el nombre de una Iglesia de San Petersburgo, y un marco más que adecuado para tu guerrera. Qué intenso !!
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¡Muchas gracias! Un abrazo.
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Muy bueno. La fuerza y la hermosura de la mano en tu poema, toda una pequeña obra de arte, y un personaje que puede entrar perfectamente en la novela (de hecho, me la imagino con uno de los grupos que pululan por ella) 😉
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¡Aissssss, gracias primor! Ya me has animado el día. Un besazo.
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